El fracaso alemán
El motor de Europa se hunde
Oscar M. Seoane
12/17/20242 min read


La Unión Europea se desmorona. Alemania, considerada como el motor económico de la UE, se está hundiendo, al igual que Francia. De España, mejor ni hablamos. A día de hoy, los países de la UE, en mayor o menor medida, se mueven por la inercia; una fuerza que poco a poco va perdiendo intensidad y que, de no encontrar soluciones efectivas a corto plazo, desembocará en un desastre total. Tiempo al tiempo.
Alemania ha perjudicado su propia economía a través de decisiones políticas erróneas y una mala gestión de sus recursos energéticos. A continuación, recojo los que, a mi criterio, son los puntos más importantes del fracaso teutón:
Cierre de plantas nucleares: Alemania decidió cerrar sus plantas nucleares, lo que afectó negativamente su competitividad energética. Esta decisión fue considerada un error porque las plantas nucleares proporcionan energía limpia y barata, necesaria para una transición energética eficiente.
Subvenciones a energías renovables: El país invirtió más de 200,000 millones de euros en subvenciones para la energía solar, lo que no compensó la pérdida de energía nuclear y resultó en una mezcla energética más volátil y cara.
Dependencia del gas ruso: La crisis energética se agravó al perder acceso al gas ruso, el cual era una fuente barata y estable de energía.
Políticas económicas expansivas: Alemania adoptó políticas económicas expansivas que incluyeron la aceptación de tipos de interés negativos y un aumento masivo de la masa monetaria, lo que contribuyó a la inflación sin impulsar el crecimiento económico.
Impacto de la Agenda 2030: Las políticas relacionadas con la Agenda 2030 han sido criticadas por asfixiar sectores clave como la agricultura y la industria automovilística, favoreciendo a competidores como China.
Regulación excesiva e impuestos altos: La excesiva regulación y los altos impuestos han desincentivado la innovación y el crecimiento industrial en Alemania.
Errores en políticas fiscales y monetarias: El apoyo a políticas inflacionistas del Banco Central Europeo y los planes de estímulo fiscal no han logrado reactivar el crecimiento económico.
Las decisiones políticas han llevado a Alemania a una pérdida significativa de competitividad económica, con un crecimiento estancado y una alta inflación. ¿Qué va a pasar ahora? La respuesta no es sencilla pero, con las políticas actuales, que ya han demostrado de sobra que no funcionan, el futuro se complica. Mientras la política siga interviniendo como lo ha estado haciendo, Europa está acabada. Con políticos ineptos y una sociedad acomodada en el sillón, no puede venir nada bueno.