Estupideces blogueras

Opiniones sin sentido

Oscar M. Seoane

1/9/20253 min read

Ejerciendo mi derecho de escribir estupideces en el blog, hoy me referiré a un batiburrillo de sandeces que, en mayor o menor medida, se han puesto en boca de la sociedad.

En primera instancia, me referiré a las ocurrencias de Trump, en el sentido de que cada vez que este fulano abre la boca, sube el pan, como se suele decir habitualmente. La idea de cambiar el nombre del Golfo de México a Golfo de América o a Golfo de su puta madre, por ejemplo, no creo que sea una cuestión tan importante como para que se pierda tiempo mediático siguiendo este asunto. La realidad es que, se llame como se llame el mentado “golfo”, no va a cambiar la vida de las personas. Siguiendo con el hilo de Trump, el asunto de Groenlandia supone más de lo mismo. El efecto que se consigue es desviar la atención hacia aspectos irrelevantes, con objetivos poco claros. Ya sea con la finalidad de decirle al mundo “aquí estoy”, “ya llegué” o con intenciones de otra índole que solamente el susodicho conoce y pretende. Invadir Groenlandia pondría a Estados Unidos al nivel de Rusia con Ucrania, amén de generar “supuestamente” una serie de desastres internacionales muy difíciles de paliar. La última diversión del magnate gringo fue la de ofrecerle a Canadá convertirse en un Estado más de los Estados Unidos. Y más de lo mismo: lo mediático ofuscando los problemas reales con estas estupideces.

En segunda instancia, las redes sociales y, concretamente en Youtube, no dejan de aparecer vídeos referentes al gran “crash” económico que se avecina. Analizando datos económicos, uno puede darse cuenta de que esto sí que tiene visos de realidad. No sabemos cuándo se va a producir dicho “crash” (los más catastróficos dicen que será este 2025), pero lo cierto es viendo el desproporcionado gasto público de los países, que se transforma en deuda impagable, no hay que ser muy inteligente para preveer una catástrofe económica a futuro. Los políticos, lejos de medirse, siguen gastando a lo loco a costa del erario. En España los impuestos siguen subiendo, la pobreza aumentando y cada vez es más difícil vivir decentemente. En Francia ya se están planteando cobrar impuestos por “nacionalidad”, como hacen en Estados Unidos, de forma que da lo mismo donde uno viva, pues la pretensión es que se pagará por tener tal o cual pasaporte. En Alemania, se están produciendo alrededor de diez mil despidos semanales. Tomando en cuenta que solamente cuatro landers cargan con el peso productivo de la comunidad teutona y que los amigos germanos no saben si podrán realizar tres comidas al día, la cosa no pinta nada bien.

En tercer lugar, al único país al que le veo intenciones serias de cambiar, es Argentina. Curiosamente un país que poco a poco le está dando vuelta a la tortilla y que está gobernado por alguien que no es “eminentemente” un político. Las medidas de Milei, pese a quien le pese, están funcionando. Sin embargo, Argentina no está en la mira de países como los que conforman la UE, en cuanto a modelo ejemplificador a seguir. Lástima por los europeos, que seguirán pagando las consecuencias de tener en el poder a los infames sociatas que venden humo a los incautos, con la finalidad de conseguir cumplir sus intereses. Y lo han conseguido, así que, podemos afirmar que Europa está llena de estúpidos idealistas. Un ingente rebaño de ovejas que caminan hacia el precipicio.

En el medio de todo esto, mi México lindo y querido (socialista también), no sabe hacia dónde dirigirse. Las previsiones de crecimiento son de un 1% y lejos de fomentar el libre mercado, se está haciendo lo contrario. Veremos qué sucede en cuanto el amigo Donald comience a implementar sus políticas en el vecino país del norte. Ponerse al tú por tú con estos vecinos, nos va a dejar con el trasero abierto así que, como siempre sucederá, tragaremos con lo que nos echen y aquí no ha pasado nada. Si no se lo creen, tiempo al tiempo.