La leyenda negra de Acemoglu y Robinson

¿Premio Nobel o premio al sesgo anglosajón?

Oscar M. Seoane

2/13/20254 min read

Hoy quiero comentar algo sobre el libro “Por qué fracasan los países” escrito por los premio Nobel 2024 Daron Acemoglu y James A. Robinson. He querido hacer esto, porque últimamente el texto de estos dos individuos, ha causado algo de revuelo en el entorno mexicano, ya que al parecer, se aportan ciertas afirmaciones que no son ciertas. Me refiero a un asunto comentado por Carlos Slim en una conferencia de prensa que ofreció hace unos días y en el que se le pregunta al respecto de la compra de Telmex (búsquese en YouTube si el lector tiene interés). El asunto de desmentir lo que dicho texto indica, también fue noticia en el programa de Carmen Aristegui y en algún que otro canal de la plataforma de videos que ya he nombrado. Hay opiniones diversas al respecto, pero como el que suscribe es reacio a “creer” lo que le cuentan por contar, pues me he leído el dichoso libro y, para ser sincero, tiene bastante basura. Por ejemplo, los autores indican que el norte de México se beneficia del comercio con los Estados Unidos (pp. 43). Lo que no dicen es que, si los del norte de México dejan de acudir a las ciudades estadounidenses por un tiempo, no tardan los gringos en lloriquear que el comercio va mal y comienzan las campañas en ciudades como Monterrey, por ejemplo, invitando a sus habitantes a cruzar el río Bravo. Se trata de un libro con un claro sesgo, parco, interesado y, a mi modo de ver, indigno de dos premios Nobel. ¿En la parte gringa no se benefician del cruce de los compradores mexicanos? Estoy siendo cortés, ya que, en realidad, el libro me parece una auténtica mierda, pero no lo quería decir así. Las referencias históricas también están sesgadas y sí, no hace falta decir que el contenido se decanta por el lado de la balanza anglosajona, faltando a la verdad en las cuestiones históricas y apoyándose, cuando los autores lo estiman oportuno, en la leyenda negra hispana que dio inicio con el nefasto Bartolomé de las Casas. Puede haber cuestiones con un gran peso de razón, pero lo cierto es que, en su conjunto, se trata de un libro “partidista” para que nos entendamos; así que, hay que leerlo teniendo esta perspectiva en mente. La copia del libro que tengo, es en formato .mobi lo que impide que me limpie el trasero con sus más de 400 páginas. El material no es de mi interés, como para invertir dinero en semejante bazofia en su formato de papel, aunque el libro de bolsillo pudiera proporcionarme unas 150 limpiadas de trasero.

Escribir cada cosa con la que discrepo, haría de este artículo algo interminable. Hay muchas cosas que comentar. Visto lo anterior, sería oportuno contrarrestar la información que aporta el libro, punto por punto, para que uno, si tiene interés, pueda hacerse con una idea algo más real que lo que estos individuos nos cuentan. Desde luego, yo coincido con lo que Carlos Slim manifestó en su comparecencia de prensa: estos dos fulanos son imbéciles. A lo mejor tienen razón en muchas de las cosas que dicen, pero no están siendo lo suficientemente objetivos específicamente con el libro en cuestión. Puede ser que el turco Acemoglu se haya olvidado de su origen y se crea, a la fecha, chicha nativa del MIT, como le pasa a los pochos del otro lado. También puede ser que se haya dejado llevar por su colega Robinson, británico también afincado en los Estados Unidos. En cualquier caso, rezuman una buena cantidad de mierda por sus poros, en un porcentaje bastante considerable. Tampoco se le puede dar a entender al personal que el premio Nobel se lo hayan ganado por el librito de marras (Aristegui, que se te ve el plumero). El Nobel, compartido también con Simon Johnson, fue otorgado por los estudios realizados respecto a cómo las instituciones afectan la prosperidad de los países. En cualquier caso, no se olviden que hace años, le dieron el Nobel de la paz a Obama (¡háganme el puñetero favor!) y el de literatura a Vargas Llosa (¡quiero llorar!). El premio ya tiene su fama creada y supongo que nadie renuncia voluntariamente a la dotación económica que lo acompaña. Bien, para terminar: las referencias históricas no son fiables, lo que le resta credibilidad al libro. No se les puede quitar la razón en cuanto a lo que manifiestan sobre las instituciones, los sistemas democráticos, etc, pero Estados Unidos no es precisamente un modelo democrático a seguir (ver ranking de democracias en el mundo). El mapa del año 1500 de América (el continente), incluido en la página 30, que refiere la “Densidad de población”, viene estructurado por países (en 1500 no existían los países. Es más, Cortés llegó al continente en 1519). A la Armada de Felipe II no la vencieron los británicos, sino una tormenta. En fin, podría seguir y seguir, pero ya me entró la pereza. Busquen el libro en internet y descárguenlo si lo consideran pertinente (lo han colgado de la red en varios formatos y de manera gratuita). Recuerden leerlo con escepticismo o caerán en las garras del engaño. ¡Viva México, cabrones!