La lógica detrás de mis aparentes contradicciones
Trump, Iphones y el dilema del consumidor global
Oscar M. Seoane
2/24/20255 min read


Hay personas a las que no les gusta lo que escribo o cómo lo escribo. Supongo que esto es así porque, en mayor o menor medida, toco alguno de sus intereses o formas de pensar, que no les agradan del todo. ¡Vaya obviedad! Bien, pues que cada quién cargue con sus traumas, así como yo cargo con los míos. Estas primeras líneas las escribo a colación de algunos artículos recientes en los que se me tilda de “contradictorio”. ¡Bendito formulario de contacto! Básicamente vienen a decir que la paradoja generalizada de mis últimos posts estriba en “defender a Trump” mientras critico productos o empresas de Estados Unidos en señal de protesta. Vamos, que según el lector que me increpa, no es de recibo que yo justifique las políticas migratorias de Trump con respecto a la migración ilegal, los aranceles a México, etc, mientras indico cómo el consumidor de a pie puede castigar a la economía del vecino del norte a quién defiendo (aquí está la supuesta contradicción), dejando de consumir productos gringos. Adicional a esto, el fulano tenía la intención de comprar un iphone en breve, ya que se molestó, específicamente, por mi crítica al iphone 16e mientras “promociono” (según él) un mercado no exento de dependencias, como es el chino, pero sujeto a más informalidades y peor calidad que lo obtenido del mercado gringo.
Como se puede apreciar, son varias cosas que tratar, pero ni tengo el tiempo ni las ganas de ir explicando paso a paso por qué dije lo que dije. Creo que es bastante sencillo de entender, siempre y cuando quien lea, sepa leer. Es decir, interpretar lo que se lee. Haré el intento, de forma escueta y sucinta, específicamente para que el lector disconforme comprenda, si es que puede, el porqué de lo que dije en su momento:
La justificación de las políticas de Donal Trump con respecto a la inmigración ilegal y los aranceles. Cualquier individuo que acepte el concepto de país y de estado, acepta unas normas, una ética y una moral, entre otras cosas, determinadas. ¿Donald Trump hace lo que hace para perjudicar deliberadamente a su propio país y a sus conciudadanos? Yo creo que no. Entonces, si Trump se equivoca o no, será un asunto de él y de los estadounidenses, no de los mexicanos. El que incumple las normas, es el que cruza la frontera ilegalmente, así que, dejemos de llorar porque deportan a los paisanos. Creo que está bastante claro ¿no? Ahora veamos el tema arancelario. Los aranceles son impuestos. No benefician a un mercado libre y voluntario, el cual hacen las empresas. Los aranceles no afectan directamente a las empresas gringas (en cuestión de fiscalidad, pero sí en otras cosas), sino a los ciudadanos gringos, que son los que terminan pagando la fiesta. Así mismo, los aranceles generan inflación y son peligrosos en muchos sentidos. El asunto aquí es que la aplicación de estos impuestos va en contra del libre mercado en un mundo terriblemente globalizado. Mi sugerencia de no consumir productos gringos viene dada, precisamente, porque existen alternativas y porque las medidas unilaterales no afectan solamente a los Estados Unidos, sino a todo el mundo. No es una medida unívoca. Para que me entiendas, amigo: no puedes mamar y dar topes. De pretenderlo, te encontrarás con cierta “resistencia” natural.
El asunto del iphone 16e y el consumo de alternativas asiáticas. En este punto, considero que, objetivamente, lo que dije en su momento, plasma la realidad de lo que se vive en el día a día. Los adolescentes sueñan con los iphone y alguno que ya pasó la pubertad, también. En ningún momento he dicho que se trate de malos productos. Simplemente dije que el modelo 16e está enfocado a un mercado determinado. Sí, de gente no tan pudiente, que lo único que busca es “presumir” de manzanita, ya que lo que va a pagar por ese modelo en específico, comparado con el mundo Android, implica conseguir un teléfono de peor calidad en cuanto a hardware y rendimiento. Es así, les guste o no. Por lo tanto, sabiendo esto, lo único que se puede concluir, es que quien invierte quince mil pesos en un iphone 16e lo único que puede presumir (ya que comparativamente no lo puede hacer), es la puñetera manzanita mordida en la parte posterior del celular. Hoy en día, ni siquiera la empresa fabricante, te incluye en el paquete, los stickers que antes sí incluía. ¿Te queda caro? Ahora bien, los iphone son excelentes teléfonos. Para mi gusto, demasiado caros, pero muy buenos aparatos. No obstante, enlazando este apartado con el anterior, en el asunto arancelario, toma en cuenta que si no quieres aportar ni un peso a la economía gringa, la solución sencilla pasa por usar Huawei, ya que no utilizan los servicios de Google, ni es una empresa norteamericana. ¿No quieres usar Huawei? Vale, pues siempre podrás intentar instalar LineageOS y/o LMO Droid (hay alguna opción más), sin los servicios de Google, en tu móvil. Pero se puede vivir sin las empresas gringas y se puede castigar su economía y, sobre todo, hacerle ver al mandatario de turno, que se equivoca al implementar aranceles, porque como ya he dicho, afectan al libre mercado y los pagamos los usuarios como tú y como yo. Recomendar Huawei es la forma más sencilla de evitar lo dicho. Las alternativas que te doy a Huawei y, por lo tanto, a China, implican que tú tendrías que instalar bajo riesgo propio, LineageOS o el sistema que gustes, por ti mismo, cuestión que no todo el mundo tiene la capacidad de hacer, ¿vale?
Bien, estimado criticón de turno. Espero que ahora entienda lo que quise decir en las entradas anteriores de este blog. Mire usted, no se tome la vida tan a pecho. Cómprese su iphone, diga que las deportaciones masivas de ilegales son consecuencia del racismo de Trump y no de los que se fueron ilegalmente a Estados Unidos, violando las normas deliberadamente. Grite a los cuatro vientos que estos últimos están en su derecho a deambular por el mundo, porque no hay seres humanos ilegales, etcétera (idealismo puro y duro). La realidad, sin embargo, nos dice que mientras haya países, fronteras, procedimientos, leyes y normas, lo que usted piense viene valiendo dos toneladas de “verdolaga”, por decírselo finamente. Osea, que lo que estamos viendo es algo real, que sucede y que mientras el sistema funcione así, es lo que hay. Incluso dejando fuera de la jugada al güerito Trump, los ilegales siguen siendo ilegales. Bueno, amigo, ya para despedirme, le deseo que disfrute de la vida, disfrute de su iphone (cómprese la mierda del 16e si así lo estima oportuno) o de su Android, llore, patalee, ríase y folle, pero si lo hace sin condón y embaraza a la parienta, que sepa que la culpa no la tiene el futuro niño, ¿ok? La tiene usted.
Have a nice day !!!