¿Son los zombis el espejo de nuestro individualismo cotidiano?
Las series de apocalipsis zombi muestran que la supervivencia física no basta
Oscar M. Seoane
7/11/20252 min read


- Nadie puede sobrevivir solo- dijo el actor 1
- Yo nunca pude- respondió sin dudarlo, el actor 2
Hoy me levanté con ganas de comentar lo que, para mí, transmiten dos series televisivas muy parecidas en cuanto a su temática. Me refiero a “The last of us” y a “The walking dead”. Como bien saben ustedes, ambas telenovelas tratan sobre infecciones que convierten a la humanidad en zombies. Como formato televisivo, entretienen al televidente por sí mismas, máxime si nos gusta el género de terror. Sin embargo, en mi humilde opinión, al ir avanzando capítulo a capítulo, uno puede observar que hay algo más detrás de todo el asunto de los muertos vivientes. Trataré de explicarme:
La enfermedad (provocada por un virus o lo que sea) constituye la raíz del problema. Los muertos vivientes, el problema mismo y, los sobrevivientes, representan a la sociedad viva. Sin embargo, ¿qué tan vivos están los vivos? Sí, respiran y en cada capítulo nos van llevando de la mano por situaciones dispares (aventuras, disposiciones explícitas, etc). No obstante, para cada emplazamiento, se nos muestra un individualismo desmedido y, cuando se trata de pequeños grupos, ese individualismo permanece de la mano de algunas reminiscencias a las que yo denomino “colectivismo mínimo”. Es decir, la humanidad, en los sobrevivientes, no es, en realidad, tal. Suena radical, pero así lo veo yo. Si trasladamos el conjunto completo de las series de las que hablo, a la vida real, sustituyendo “la raíz del problema y el problema en sí mismo” por otra cosa cotidiana, podremos ver que, en la actualidad, el comportamiento del ser humano en el mundo real es similar al de los protagonistas vivos, en las series a las que me refiero. Piénsenlo. Hagan las debidas sustituciones en la ecuación planteada y mediten al respecto. Si usted ya tiene una edad, traslade en su mente el comportamiento social actual a cuando era usted pequeño, por ejemplo. ¿Cree que hace digamos cuarenta años, la sociedad era igual a la de ahora? ¿Qué nota usted de diferente? ¿Y en su mundo laboral, cómo está la cosa? Si ha sido usted capaz de sustituir a los zombies por los problemas de la vida, lo felicito. Se dará cuenta, entonces, de que “el problema en sí” no son, como dije antes, los muertos vivientes. Tampoco el problema raíz es el virus. La realidad es que el problema raíz es el individualismo y el problema en sí mismo, somos nosotros, que acarreamos al problema raíz con nuestro comportamiento, tanto individual como social. Podríamos desgranar aún más el asunto, creando nuevas ecuaciones y sustituyendo los valores ficticios por realidades. Por ejemplo, las conversiones en zombies que se producen en las series, tras la muerte del vivo, con las transformaciones que experimentamos los seres humanos bajo ciertos contextos.
Bien, ahí se lo dejo para su meditación. Querido lector, que tenga un excelente día.