Trabajar después de los 50

Comentario sobre un artículo

Oscar M. Seoane

11/30/20242 min read

Sin embargo, hay algunas cuestiones a considerar. Por ejemplo, la "Empresa" es una cosa y la "Organización" es otra. La mayoría de las veces, las trabas para las contrataciones las pone un individuo que, definitivamente, posee sesgos difíciles de corregir (hasta que la situación se le revierte, la caga y, hundido en la mierda, se da cuenta de que él o ella, tampoco eran imprescindibles). Otra cosa a considerar es que las empresas NO ofrecen trabajo. Esto es de primer año de Administración de Empresas y de Economía. El trabajo lo ofrece uno, mientras que las empresas son quienes tienen una necesidad y están dispuestas a retribuir a alguien para que desempeñe aquello que ofrece, porque la empresa lo necesita. Es decir, que la cosa funciona al revés de como creemos. Y si alguien va a decir que esto no es así, lo invito primero a que lo investigue. Esto es, en definitiva, un mercado.
La formación tampoco es una cuestión baladí pero, si tomamos en cuenta lo dicho, le correspondería al ofertante de trabajo estar actualizado para aquello que ofrece o quiere ofrecer. Entonces, es responsabilidad de cada individuo analizar si le interesa actualizarse o no. Otra cosa es que la Organización quiera hacer un uso, para su propio beneficio, de aquello por lo que no se ha interesado. Por ejemplo, licitar usando certificaciones ajenas. Aquí hay de dos sopas: o pagas las certificaciones que te interesan o le pagas a quien hace el trabajo para que te permita utilizar sus certificaciones. Gratis no hay nada en un mercado de este tipo.
Ahora bien, si nos vamos con el falso criterio de que es la Empresa la que ofrece el trabajo y, en este sentido, los mayores de 50 lloriquean porque no los consideran para puestos de mayor responsabilidad, que sepan que hay que estar preparado para esos puestos. De nada sirve poner, por ejemplo, a un Ingeniero de Director, si el fulano no puede ver más allá de su propia especialidad. Un Director tiene que tener ciertos conocimientos y características para desempeñar su puesto. Por eso, es para alegrarse cuando a alguien lo ascienden en la empresa, pero mucho ojo con el asunto, ya que las creencias y el idealismo, matan. ¿Con quién se sentirían ustedes más confiados? ¿Con un fulano que los tiene que operar, pero que aprendió el arte de la cirugía, capando marranos en el rancho o, con un fulano que estudió medicina?
En definitiva, no contratar a personas mayores de 50 debido a creencias, es un error. Es como si alguien decide no comprar en un negocio, porque dicho negocio tiene más de 50 años de existencia. No tiene sentido ni lógica.
Bien, pues es mi comentario al respecto del artículo, el cual habla de lo que habla. No entro en otros detalles, como la LFT como la regla del juego inicial, que es de obligado cumplimiento, etc. Eso es para otro tema.